5 consejos para una mudanza con presupuesto

Mudarse a un nuevo lugar es sin duda emocionante, pero también puede ser estresante y caro. Una vez que se tienen en cuenta aspectos como el personal de mudanza, los materiales de embalaje, el alquiler de camiones, la gasolina y otros, los costes pueden ascender a cientos o incluso miles de dólares por una sola mudanza.

¿Cómo embalar para mudarte? ¿No quiere arruinarse en el proceso? Afortunadamente, un poco de previsión y creatividad pueden ayudarle en ese aspecto.

Aquí hay cinco maneras de ayudar a reducir sus costos y mantener un control sobre su presupuesto de mudanza:

1. Busque una empresa de mudanzas

Las empresas de mudanzas suelen cobrar cientos de dólares por sus servicios, más un extra por cosas como la gasolina, el kilometraje y los artículos más grandes como pianos y muebles. Si va a contratar a una empresa de mudanzas profesional, compare primero.

Obtenga presupuestos de al menos tres empresas de mudanzas diferentes y compruebe dos veces los cargos de las partidas. ¿Incluye el presupuesto el camión, todos los materiales de protección, la gasolina, el kilometraje y los muebles más grandes? ¿Ofrece cobertura de seguro en caso de que se dañen los artículos que va a trasladar? Si no es así, infórmese de lo que le costará añadirlos si son necesarios.

También puede considerar la posibilidad de recurrir a equipos de mudanza locales o a un servicio en línea que ponga en contacto a trabajadores autónomos con la demanda local para que le ayuden en las tareas cotidianas. Estos servicios tienen un coste, por supuesto, pero suelen ser más asequibles que los de una gran empresa de mudanzas, cuyos precios son menos flexibles.

Otra buena manera de reducir los costes es programar la mudanza para el invierno o el otoño, si es una opción para usted, ya que es cuando la demanda de profesionales de la mudanza suele ser baja. Los días laborables también son una buena opción, ya que la mayoría de la gente se muda los fines de semana. Una empresa de mudanzas puede estar dispuesta a ofrecerle un mejor trato si se muda durante estas épocas de baja demanda, ya que pueden estar menos ocupados y buscan llenar su agenda. Puede valer la pena explorar estas opciones.

2. Considere la posibilidad de hacer la mudanza usted mismo

Dependiendo de la cantidad de cosas que tenga que trasladar y de lo pesadas o voluminosas que sean, puede considerar la posibilidad de renunciar a los profesionales de la mudanza si parece que sus pertenencias pueden manejarse sin contratar ayuda. Si tiene familiares y amigos de confianza que estén dispuestos a ayudar con el embalaje, la carga y el transporte, puede considerar la posibilidad de ofrecerles pizza o una comida gratis como muestra de agradecimiento a cambio de su ayuda.

Si tiene objetos grandes, considere la posibilidad de alquilar un pequeño camión por unas horas. Consiga el tamaño más pequeño posible y asegúrese de llenar el depósito de combustible antes de devolver el vehículo. (Puede costarle más si deja el camión de alquiler con necesidad de gasolina de la que debe encargarse la empresa de mudanzas).

3. Mueva sólo lo que necesite

Es importante que reduzca sus pertenencias antes de la mudanza. Eso significa donar, vender o tirar cualquier artículo que ya no use, necesite o piense usar en el futuro.

Por un lado, esto reduce su carga y, por consiguiente, los costes de la mudanza. Además, si te animas a vender algunos de tus objetos no deseados, puedes destinar esos fondos extra a los costes de la mudanza, o utilizarlos para el coste de los muebles o la decoración de tu nueva casa.

Consejo profesional: mide tus muebles y asegúrate de que caben en tu nueva casa, así como en los puntos de acceso necesarios. Si no caben, véndalos y considere la posibilidad de utilizar los fondos para reemplazar los muebles una vez que esté en su nuevo lugar.

4. Sea creativo a la hora de embalar

Comprar cajas, plástico de burbujas, cinta adhesiva y cacahuetes para embalar puede resultar caro. En lugar de comprar estos artículos, sea más creativo y utilice cosas que ya tiene. Las sábanas, las toallas, las mantas y las servilletas de tela funcionan muy bien como material de embalaje, y de todas formas hay que empaquetarlas, así que ¿por qué no utilizarlas? También puedes utilizar tus propias bolsas de lona, maletas, bolsos y mochilas en lugar de cajas de cartón.

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