Una de las costumbres que menos arraigo tiene en las familias comunes y corrientes es inculcar en los peques el hábito de la lectura gozosa. Es curioso pero en ocasiones como mamás estamos más dispuestas a enseñar otras tradiciones (las navideñas, la de reyes, por poner ejemplos cercanos) pero no invertimos tiempo en acercarlos a la lectura.
En Colombia existe un novedoso plan que se llama Fundalectura; alienta a los padres a llevar este hábito a la familia, incluso a los bebés. Sus promotores aseguran que “leer en el hogar es muy importante porque el gusto por la lectura comienza en casa, cuando madres, padres e hijos comparten momentos divertidos alrededor de un libro, leen, se cuentan cuentos y conversan”.
Para hacer este proyecto exitoso, los fundadores cuentan con el apoyo de los medios de comunicación –pequeño gran detalle– para penetrar en los hogares y en todo tipo de familias. Parte de esta difusión se apoya en carteles, folletos, programas de radio, campañas en televisión y la infaltable iniciativa privada. La suma ha rendido frutos en una mayor y mejor comprensión de los beneficios que aportan proyectos como éste.
Concretamente la labor con los padres comienza por pequeños tips que les permitan conocer los primeros pasos rumbo a la formación del hábito de la lectura, mismos que compartimos contigo, a la espera de poder arrancar a nuestros niños y niñas de la fatuidad con la que las compañías televisivas pretenden “entretenerlos”.
Enséñale a leer desde su nacimiento a tu hijo
- Abrázale y léele en voz alta, despacio y con diferentes voces y entonaciones.
- Juega con su cuerpo mientras le cantas: balancéalo al ritmo de “aserrín, aserrán…”, hazle cosquillas contándole cómo la “hormiguita busca su casa y la encuentra ¡por aquí!, ¡por aquí!”…
- Cántale canciones de cuna, nanas, rondas, poesías…
- Abrázale y cuéntale historias breves, musicales y con repeticiones.
- Juega con tu voz y con tus gestos para darle vida a personajes y situaciones.